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martes, 19 de enero de 2016

Córdoba Subterránea

Para conocer los rincones ocultos de la ciudad, el Servicio de Guías de Turismo de Córdoba AC reedita en estas vacaciones de invierno, el circuito “Córdoba Subterránea”



El Cabildo Histórico de Córdoba, nacido en los tiempos de la fundación de nuestra ciudad, muestra su estructura colonial que le otorgara  el ingeniero “voluntario”  Manuel López  durante gobierno del Marqués de Sobre Monte.

El Cabildo fue testigo de cambios sociales, discusiones políticas, sentencias, festejos y situaciones que perturbaron la tranquilidad  (que hoy  imaginamos) del siglo XVIII.
Pero el estilo neoclásico que se levanta frente a la Plaza Mayor, tapó con su imponencia parte de esa historia oscura, la que no se cuenta de presidiarios amontonados bajo los suelos de la ciudad.

Entre grilletes y cepos
Las condiciones degradantes que provocaban la humedad y el hacinamiento facilitaban el contagio de enfermedades y pestes. El espacio compartido por nativos, aborígenes llegados desde otras tierras, por decisión propia o a la fuerza, africanos esclavizados y algún que otro criollo sin posibilidad de defenderse, tendrán este espacio común donde las condiciones agravaban los conflictos entre estas culturas tan dispares.
Para amenizar las condiciones del alojamiento, los presos eran retirados para hacer la obra pública: calles, zanjeos, acequias e incluso levantar edificios eran parte de las tareas cotidianas para mantenerlos ocupados.
El innovador gobierno de Sobre Monte los hará partícipes de las construcciones de los primeros sistema de aguas corrientes en el país y de iluminación pública con lámparas de aceite, las fuentes públicas, hospital para mujeres. Y  en pos de mejorar las condiciones de los reos, crear una nueva cárcel detrás del Cabildo.
Desde entonces, los antiguos calabozos quedarán enterrados por más de 200 años hasta su redescubrimiento en 1989.

Cripta Jesuítica del Antiguo Noviciado

Una de las primeras construcciones con techos abovedados en la ciudad, novedad que el jesuita Johann Kraus dejó en tiempos que la Plaza Mayor  juntaba polvareda, la iglesia Catedral, aún no consagrada, era una construcción cuatro veces más chica que la actual, y el Cabildo sufría de una pobreza edilicia con urgencias de reparación.

El año  1700 comenzó con otro logro de la Compañía de Jesús, un nuevo Noviciado se levantaba para sumar a su extenso patrimonio.
Un espacio alejado del centro, con grandes aposentos, refectorio, huertas regadas por  el río Chico (un brazo del río Primero ) y hasta una capilla privada semi-subterránea cuyas dimensiones eran admiradas hasta por viajeros que visitaban la aldea cordobesa.

Pero el ambicioso proyecto no pudo continuar. Las peleas con el obispo Mercadillo pusieron en peligro la continuidad de la Universidad. Desde el Cabildo informaban a España sobre la ostentación que obraban los Padres y, entre los mismos Jesuitas, había discusiones sobre la verdadera utilidad del lugar.

Finalmente, la fabulosa construcción quedará como una casa de ejercicios espirituales, al tiempo que las prioridades se fijaron en acrecentar la extensión y las obras de las estancias de Alta Gracia, Jesús María, y Santa Catalina. Sumado a las mejoras en el Colegio Máximo, demostrarán por qué sus edificios continúan levantados hasta el día de hoy, por qué fueron líderes en producción ganadera, sobre todo mular; de sus habilidades para administrar y capacidad para hacer una obra que marcaría  una época y a la sociedad colonial cordobesa.

La expulsión de la Orden en manos del Rey Carlos III dejó truncos muchos sueños. Así como el resto de su patrimonio, este antiguo noviciado correrá diferentes suertes: años de abandono, como hospital provisorio en tiempos que se construía el “viejo Hospital San Roque”, más años de abandono, un desmembramiento de sus partes para ser vendida por separado y quedar la capilla convertida en sótanos.

Finalmente, fue el progreso de una ciudad cada vez más congestionada, lo que sepultó la fascinante obra. El intendente Emilio Olmos ordenó en 1928 ensanchar la avenida Colón, dejando bajo tierra y sin sus primitivas bóvedas, ese pedazo de historia que llamamos Cripta Jesuítica.

Dos lugares que se redescubrieron hace solamente 26 años, dos lugares recuperados y que despertaron más de una leyenda. Muchas de ellas, incluidas en el recorrido de la Córdoba Subterránea.
Intrigas, curiosidad y algo de adrenalina corren por adentro cuando uno las visita.  Vale la pena intentarlo, la invitación está dada. Para conocer o para volver.

Circuito:
 Córdoba Subterránea
Celdas del Cabildo, Pasaje Santa Catalina, Peatonales, Sótanos del Museo San Alberto y Cripta Jesuítica del Antiguo Noviciado.

De lunes, miercoles y viernes 10 hs. Duración: 2 horas